½ l. de agua
1 kg. De harina
1º g. de sal
20 g. Levadura
artificial o de panadero
Aceite de oliva
para freír
Poner en un bol la
harina y hacer en el centro un hueco, verter el agua tibia y deshacer en ella
la levadura de panadero.
Una vez disuelta
mezclar bien hasta lograr una masa
homogénea. Trabajar la masa con fuerza como si se estuviera sacudiendo de polvo una alfombra.
homogénea. Trabajar la masa con fuerza como si se estuviera sacudiendo de polvo una alfombra.
Dejar reposar la masa
hasta que fermente la levadura.
Volver a trabajarla y
mientras calentar el aceite de oliva para freír los buñuelos.
Freír los buñuelos
y listos para comer
Curiosidades
Estos buñuelos en mi
familia es sinónimo de fiesta, de reunión familiar. Una vez al año, nos
reunimos toda la familia: ti@s, prim@s a merendar/cenar buñuelos con chocolate
deshecho.
Pasamos una gran
velada desde bien temprana la tarde preparando la masa, haciendo los buñuelos, echándonos
unas risas y al final cenar los tan ansiados buñuelos, que siendo una familia
tan numerosa como las de antaño, buena cantidad hemos tenido que preparar.
Nuestra familia tiene un utensilio
para poner los roscos en el aceite hirviendo para freírlos, que utilizamos
siempre y tenemos bien aprendido que si al sumergir el buñuelo en el aceite
sale inmediatamente a la superficie es que el aceite está en su punto justo.
También es de sobra conocido que
para verter el buñuelo en el utensilio tienen que estar las manos empapadas en
agua, así que como mujeres prevenidas tenemos a mano un cazo con agua.
Cada mujer nos apañamos mejor con
una tarea en concreto, tanto sea dar la masa, hacer el buñuelo, meter el
buñuelo con el utensilio y dale la vuelta al buñuelo para que quede bien frito.
¡Hasta nos peleamos en broma para hacer la tarea alrededor del fuego!
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